Festival de beethoven por Rafal Olvinski

Festival de beethoven por Rafal Olvinski

martes

ALMA

Al ver este corto de animación me recordó al miedo que siempre me han producido las muñecas de porcelana.

lunes

Galáctica



Warpaint

Es un cuarteto femenino que me sedujo por su personal estilo de hacer música con sus guitarras, bajo y batería, además de sus dulces y envolventes voces. Me parecen sirenas.
Tienen buenos temas como Stars, Undertow, Elephants...pero yo definitivamente me quedo con Billie Holiday, fue la que más me llegó desde el momento que la escuché por primera vez. Cuando escucho esta canción pienso en X y en que llegue el día para que también la disfrute. Se la cantaré al oido:

Moi, Lolita

"Hay dos clases de memoria visual: con una, recreamos diestramente una imagen en el laboratorio de nuestra mente con los ojos abiertos; con la otra evocamos instantáneamente, con los ojos cerrados, en la oscura intimidad de los párpados el objetivo, réplica absolutamente óptica de un rostro amado, un diminuto espectro de colores naturales."

Vladimir NobokovLolita


[Dibujo a rotu y al pastel en Din A-4]





♪ ♫ ♪♪ ♫ ♪


Lo de vie, Lo aux amours diluviennes.

martes

By PES

Es un artesano de la imagen. Excelente director y animador fotograma a fotograma, cuyas peliculas muestran un estallido fascinante de ideas brillantes y continuas.
Sus videos me parecen de lo más ingeniosos. Aquí va una muestra...





jueves

Una Ola triste hacia Grecia

Niki se pone los auriculares de su iPod. No se ha quitado las gafas a pesar de que es temprano y el sol no resulta precisamente cegador dentro del vagón. Se ha bajado casi todo Battisti del iTunes. Esas palabras le hacen daño, pero es más fuerte que ella. A veces el dolor te absorbe tanto que resulta casi espontáneo el hecho de alimentarlo. El paisaje corre veloz por las ventanillas. Igual que los recuerdos en su corazón. Erica le da una patada en la pierna.
-Eh, chica, ¿duermes? ¡Grecia nos espera! ¡Para dos que se acaban de separar como nosotras, fiesta grande!
-¡Sí, sí, yo os guiaré al abordaje! -Olly salta en su asiento-. ¡Hale! ¡Y conste que he dicho hale, no Alex! -Y grita. Una pareja de ancianos se vuelve y la mira.
Niki esboza una sonrisa para no defraudar a sus amigas, pero después vuelve a mirar hacia afuera, en busca de distracciones que no llegan. El tren corre veloz, se levanta en el cielo. Perfume de vacaciones, libertad, ligereza. Pero tenía que ser diferente. Podía ser diferente. Mis amigas están felices. Cada una ha encontrado su camino o ha abandonado el equivocado. Cada una sabe adónde ir. En cambio, yo me estoy dejando llevar. Pero a lo mejor es así como tiene que ser cuando te sientes mal. "Tener en los zapatos las ganas de marchar. Tener en los ojos el deseo de mirar. Y quedarse... prisioneros de un mundo que sólo nos deja soñar, sólo soñar..."

Y después una noche en el ferry. El mar, las olas, la corriente. Y esa estela que se aleja del barco. Y pensamientos que no consiguen desvanecerse. Niki está apoyada en la barandilla. Pasan unos chicos a su lado. Otro, tumbado en una hamaca de madera bastante corroída por el salitre, lee un libro antiguo de Stephen King; otro, uno nuevo de Jeffery Deaver. Thriller. Terror. Miedo. Niki sonríe. Mira de nuevo el mar. Ella no necesita ningún libro para tener miedo. Y se abraza con fuerza a sí misma. Y se siente sola. Y le gustaría mucho poder detener esa lágrima. Y le gustaría no haber amado. Y le gustaría mucho no seguir amando. Pero no lo consigue. Y esa lágrima cae, y se sumerge en el mar azul, tan salado como ella. Y Niki se ríe ella sola. Y sorbe un poco por la nariz. E intenta no llorar. Y al final casi lo consigue. Están a punto de empezar unas vacaciones. Maldita sea... ese dolor no tiene intención alguna de pasarse.

Perdona si te llamo amor
Federico Moccia

Una Ola feliz en París

Y también, oculto debajo del resto, hay un vestido largo, negro. Niki lo coge, lo desdobla. Se lo pone por encima. Es precioso. Con un escote profundo, provocativo. Se abrocha la espalda, dejando los hombros al descubierto. Y cae suavemente, hasta cubrir unos espléndidos zapatos de raso negro, de tacón alto; elegantes, con pequeñas hebillas laterales. Modernos como ella cuando se los pone. Y más. Ella camina, desfila, se ríe, mientras baila en esa habitación.
Luego baja por una gran escalinata, del brazo de él. Hasta el hall del hotel. Rey y reina de una noche fantástica. Única. Casi imperceptible, tanta es su belleza. Cogen un taxi y cenan junto al Sena. Marisco, Champán, pan crujiente, una baguette a rebanadas para mojar en la salsa del pescado. Tan especial, tan bueno, tan fuerte, tan caliente. Como la lubina a la sal, fresca, con unas gotas de limón, ligera como el aceite que la baña apenas junto con un poco de perejil finamente picado. Y más champán. Un delicado francés se acerca con una pequeña guitarra. Otro con unos bigotes curiosos, estilo de Dalí, aparece por detrás. Lleva una armónica entre las manos. Y tocan divertidos, a pesar de haberlo hecho mil veces, La vie en rose. Yuna señora mayor, olvidándose de su edad, ya no tan joven, se levanta de una mesa que hay al fondo del local y empieza a bailar. Y cierra los ojos, y levanta los brazos al cielo, dejándose llevar por la música. Y un hombre que no la conoce, no la deja sola. Se levanta él también. Se le acerca. Ella le sonríe. Abre los ojos y coge esas manos que la buscan. A lo mejor lo estaba esperando. Quién sabe. Y siguen bailando juntos, pequeños héroes que no sienten vergüenza ante esas notas que hablan de amor. Y se miran a los ojos y sonríen sin malicia, sabedores de que algún día alguien los recordará. Y Niki y Alessandro los miran desde lejos. Se toman de las manos y sonríen, cómplices de esa espléndida mágia, de esa extraña fórmula, de ese código secreto que empieza y termina sin un porqué, sin reglas, como una marea inesperada, un solo cuenco y dos cucharillas. Niki y Alessandro combaten divertidos, en una extraña lucha por el último bocado. Luego se toman un passito de Pantelleria, una sorpresa italiana en medio de esos sabores tan franceses. Niki acaba de tomar un sorbo cuando se apagan las luces. Se queda con la copa suspendida en el aire. A lo lejos, por la ventana del restaurante se ven los reflejos de la luz en el Sena. Antiguos edificios de una belleza sin igual iluminan la noche. [...]
En el local siguen tocando. El hombre y la mujer que antes bailaban ahora se ríen. Se están tomando un merlot joven en la barra. Entra un ruidoso grupo de muchachos y toca con su propia alegría. Pero la mesa de Niki y Alessandro está vacía. Se hallan lejos, en la noche parisina, abrazados bajo las estrellas subidas en la Torre Eiffel. La miran desde abajo. Nubes altas, y luna, y barcas que se cruzan, y plazas, y ascensores, y turistas que se asoman y se besan y señalan con la mano en el vacío algo que está más allá, a lo lejos, que se ve desde allí arriba. En las postales no parece tan grande. Y un taxi para dar una vuelta. Los Champs-Elysées y Pigalle y un saludo desde fuera al museo del Louvre con la promesa de regresar pronto. Caminar junto al Sena, Montmatre, la iglesia de la Sainte Chapelle. entran jóvenes, turistas inexpertos que se pierden en la belleza de esos vitrales, de esas mil cien escenas bíblicas a las que los fieles denominan La entrada al paraíso... Y sentirse tan felices que ni siquiera tienen valor para desear nada más, para atreverse, de avergonzarse hasta de rezar, a no ser que sea para pedir no despertar de ese sueño. Llegar así, simples egoístas de felicidad, al hotel.

Perdona si te llamo amor
Federico Moccia

martes

Y el amor

Un libro debe hurgar en las heridas, provocarlas, incluso. Un libro debe ser un peligro.

Émile Cioran

miércoles

Dí hola a tu regreso

Despues de pasar estos meses llenos de viajes, de ir de acá para allá, de estancias maravillosas y gratificantes, regreso a casa (aunque no por mucho tiempo) con infinidad de recuerdos, imagenes y sonidos. Como esta canción que me ha acompañado durante toda esta temporada, que adoro y con la que rememoro todo esto y más.

lunes

Ain't No Sunshine when she's gone



El sol no brilla cuando ella no está
No calienta cuando ella está lejos
y siempre que se va,
está fuera demasiado tiempo.

El sol no brilla cuando ella se va
y esta casa deja de ser un hogar
cada vez que ella se aleja.

Far West

Cosas que me hacen soñar. (mmm...me falta el caballo que relincha o el caballo que ruge, en cuanto al segundo una Harley en mi caso :))






[Dibujo a lápiz y a rotu]

Barriendo el pasado


Mis obras son una reconstrucción del pasado. En ellas el pasado se ha vuelto tangible; pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado para derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido.
Louise Bourgeois


[Dibujo al pastel]

Dibujar

Prefiero dibujar a hablar. Dibujar es más rápido, y deja menos espacio para la mentira.

Le Corbusier

You are a radar detector



Me encanta, y el videoclip es una pasada!

El Pequeño Dragón



Ya tengo mi primer dibujo de Bruce Lee. Hacía mucho tiempo que quería tener un retrato suyo, creo que desde siempre, bueno, recuerdo que desde que era bien pequeña y veía con mi padre sus películas en aquellas cintas VHS. No sé si mientras le veía ya me fascinaba o era mi padre el que me contagiaba su fascinación.
El caso es que hace unos días, mientras leía un periódico me encontré con un artículo que hablaba de Bruce Lee, coincidiendo con el 70 aniversario de su nacimiento entre otras cosas, así que decidida me puse manos a la obra y comencé a retratarle. et Voila! el resultado.




[Dibujo al carboncillo]
* " Los errores son siempre perdonables, si se tiene la valentía de admitirlos".

* " La realidad se hace evidente cuando dejamos de comparar".

* " Conocerse a sí mismo es estudiarse a sí mismo en acción con otra persona".

Bruce Lee. Filosofo y luchador

viernes

De Poe a Kafka

[...].De Poe, saltó bruscamente a Kafka. La relación era la edad que ambos tenían en el momento de su muerte: Poe, cuarenta años y nueve meses; Kafka, cuarenta años y once meses.
-Demasiado jóvenes. De haber vivido en nuestra época, lo más probable es que se hubieran salvado con medicinas y antibióticos.
-Sí -convino Tom-. A los cuarenta es muy pronto. Pero piensa en cuántos escritores no han llegado a esa edad.
-Christopher Marlowe, muerto a los veintinueve. Keats, a los veinticinco. Georg Büchner, el mayor dramaturgo alemán del siglo diecinueve desaparecido a los veintitrés años. Imaginaté. Lord Byron, a los treinta y seis. Emily Brontë a los treinta. Shelley, sólo un mes antes de cumplir los treinta. Nathanael West, a los treinta y siete. Wilfred Owen a los veinticinco. Georg Trakl, a los veintisiete. Leopardi, García Lorca y Apollinaire, a los treinta y ocho. Pascal, a los treinta y nueve. Flannery O'Connor, a los treinta y nueve. Rimbaud, a los treinta y siete. Y Heinrich von Kleist, el autor favorito de Kafka, a los treinta y cuatro en un doble suicidio con su amante.
-Y Kafka es tu autor favorito.
-Creo que sí. Del siglo veinte en cualquier caso. Cuanto más sabes de su vida, más interesante resulta su obra. Kafka no es sólo un gran escritor, también fue un hombre extraordinario. ¿Has oído alguna vez la historia de la muñeca?
-No, que yo recuerde.
-entonces escucha con atención. Te la brindo como primer argumento a favor de mi hipótesis, de que Kafka era efectivamente una persona fuera de lo común. Es la historia de la muñeca... estamos en el último año de vida de Kafka.
>>Todas las tardes, Kafka sale a dar un paseo por el parque. La mayoría de las veces, Dora lo acompaña. Un día se encuentra con una niña pequeña que está llorando a lágrima viva. Kafka le pregunta qué le ocurre, y ella contesta que ha perdido su muñeca. Él se pone inmediatamente a inventar un cuento para explicarle lo que ha pasado. "Tu muñeca ha salido de viaje", le dice. "¿Y tú cómo lo sabes?" le pregunta la niña. "Porque me ha escrito una carta", responde Kafka. La niña parece recelosa. "¿Tienes ahí la carta?", pregunta ella. "No, lo siento me la he dejado en casa sin darme cuenta, pero mañana te la traigo." Es tan persuasivo, que la niña ya no sabe qué pensar. ¿Es posible que ese hombre misterioso esté diciendo la verdad?.
>>Kafka vuelve inmediatamente a casa para escribir la carta. Se sienta frente al escritorio y Dora, que ve cómo se concentra en la tarea, observa la misma gravedad y tensión que cuando compone su propia obra. No es cuestión de defraudar a la niña. La situación requiere un verdadero trabajo literario, y está resuelto a hacerlo como es debido. Si se le ocurre una mentira bonita y convincente, podrá sustituir la muñeca perdida por una realidad diferente; falsa, quizá, pero verdadera en cierto modo y verosímil según las leyes de la ficción.
>>Al día siguiente, Kafka vuelve apresuradamente al parque con la carta. La niña lo está esperando, y como todavía no sabe leer, él se la lee en voz alta. La muñeca lo lamenta mucho, pero está harta de vivir con la misma gente todo el tiempo. Necesita salir y ver mundo, hacer nuevos amigos. No es que no quiera a la niña, pero le hace falta un cambio de aires, y por tanto deben separarse durante una temporada. La muñeca promete entonces a la niña que le escribirá todos los días y la mantendrá al corriente de todas sus actividades.
>>Ahí es donde la historia empieza a llegarme al alma. Ya es increíble que Kafka se tomara la molestia de escribir aquella primera carta, pero ahora se compromete a escribir otra cada día, única y exclusivamente para consolar a la niña, que resulta ser una completa desconocida para él, una criatura que se encuentra casualmente una tarde en el parque. ¿Qué clase de persona hace una cosa así? Y cumple su compromiso durante tres semanas. Tres semanas. Uno de los escritores más geniales que han existido jamás sacrificando su tiempo (su precioso tiempo que va menguando cada vez más) para redactar cartas imaginarias a una muñeca perdida. Dora dice que escribía cada frase prestando una tremenda atención al detalle, que la prosa era amena, precisa y absorbente. En otras palabras, era su estilo característico, y a lo largo de tres semanas Kafka fue diariamente al parque a leer otra carta a la niña. La muñeca crece, va al colegio, conoce a otra gente. Sigue dando a la niña garantías de su afecto, pero apunta a determinadas complicaciones que han surgido en su vida y hacen imposible su vuelta a casa. Poco a poco, Kafka va preparando a la niña para el momento en que la muñeca desaparezca de su vida por siempre jamás. Procura encontrar un final satisfactorio, pues teme que, si no lo consigue el hechizo se rompa. Tras explorar diversas posibilidades, finalmente se decide a casar a la muñeca. Describe al joven del que se enamora, la fiesta de pedida, la boda en el campo, incluso la casa donde la muñeca vive ahora con su marido. Y entonces, en la última línea, la muñeca se despide de su antigua y querida amiga.
>>Para entonces, claro está, la niña ya no hecha de menos a la muñeca. Kafka le ha dado otra cosa a cambio, y cuando concluyen esas tres semanas, las cartas la han aliviado de su desgracia. La niña tiene la historia, y cuando una persona es lo bastante afortunada para vivir dentro de una historia, para habitar un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen. Mientras la historia sigue su curso, la realidad deja de existir.
Paul Auster
Brooklyn Follies

jueves

Primavera



Los árboles ya están en flor, los pájaros se desgañitan y bajo estos, rodeandoles, estallan flores con sus más variopintos colores. ¡Tengo ganas de ponerme mis vestidos y guardar ya de una vez las medias en el cajón!. ¡Tengo ganas de lanzarme en paracaídas! (??) (pero si tengo vertigo). ¡Tengo ganas de hacer surf! (???). ¡Tengo ganas de plantar flores en el jardín! (????) (pero si no tengo jardín!).
Es la primavera. Es la vida.



Síiiii, ya se...



La primavera, que la sangre altera!

lunes

Mi Perla rara

( A ti, gracias por hacer que me sienta tan especial)



Tu eres como esta perla: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?.
Jorge Bucay
"Cuentos para pensar"

martes

Back from a sunny stay in...

(Te prometí que volvería...)

La pasada semana salí de Madrid con nieve, lluvia...y regreso con más lluvia, cielo gris... Pero ahora, ¿podríamos pasar a la primavera pleeeaase?



Una de las calles de Intramuros.



Que pillinas que son las gaviotas, ¿Qué estarán mirando por la ventana con tanto interes?, pfff...vete tu a saber...¿sardinitas a la salsa de gaviota?



¡Mmm! azucarado!


¡¡Mmmmm!! tan azucarado!!!







La verdad, no se que nombre reciben estos tronquitos de mar pero sé que sirven de barrera contra las altas y fuertes mareas.



Me encantan los antiguos letreros hechos a mano que aún mantienen algunas tiendas, bares...como este por ejemplo, Pupupiduuu.

miércoles

Irresistible Thaïs (Anatole France)

[Dibujo al pastel]


Thaïs es hermosa, es lujuria y es sensualidad. Pafnucio, un monje que se obsesiona desde que la ve por vez primera decide sacarla de su vida de lujuria y pecado y convertirla en una mujer piadosa. Sin embargo, todos los hombres de Alejandría saben el poder que ejerce Thaïs sobre ellos, el embrujo en que caen. Cuando Pafnucio le pregunta a su amigo Nicias quién es Thaïs, este le responde:
" Vendí por ella un molino y dos campos de trigo, y compuse en elogio suyo tres libros de elegías detestables. Ciertamente, la belleza es lo más poderoso que hay en el mundo, y si estuvieramos hechos para poseerla siempre nos preocuparíamos lo menos posible del demiurgo, del logos, de los eones y de todas las otras fantasías de los filósofos".
Thaïs, la cortesana de Alejandría
Anatole France
***
Adaptación de la obra de Anatole France a la ópera por Jules Massenet. Coreografía interpretada por Letizia Giuliani.



♪ ♫ ♪♪ ♫ ♪
Después de una noche de reflexión " La Meditación " que evoca los cambios que comienzan a experimentarse en Thaïs hacia su conversión. Anne Sophie Mutter interpretando al violín la Meditación de Jules Massenet.
Mare mía, como toca y qué vibrato tiene esta mujer. IM-Presionante.

lunes

Resultado en el Acantilado


Era Noviembre, con mi libro entre las manos me dirigía a los acantilados de una de las playas de la costa bretona. Hacía un viento desagradable y el cielo amanazaba lluvia pero caminaba con la esperanza de que el viento se llevase a otro lado esos temidos e indeseables nubarrones. Llegué a mi destino, a uno de los puntos altos del acantilado quedandome de pie, inmovil, contemplando la grandeza del paisaje y la inmensidad del mar hasta el límite donde lo corta.
Me disponía a hacer algunas fotografías y decido hacer participe a mi libro en ellas otorgandole el papel principal y tratando con ello de quitar protagonismo al mar.
En mi empeño por consiguir una buena foto empienzan a caer algunas gotas pero insisto en seguir disparando con mi cámara, la lluvia también insistía en su propósito y empezaba a caer más fuerte. Temía ya por el libro, rapidamente lo cogí de un vuelo protegiendolo debajo del abrigo y apretándolo fuertemente contra mi pecho salí corriendo del lugar diciendome convencida que "la Bretaña es tan húmeda que sale agua solo con apretar un puño".
Intentaba buscar en el camino de este apartado lugar algo donde poder guarecerme, estaba tomando una ducha de lo más indeseable, pero nada, así que me dirigí flechada al único bar dispuesto en la única y minúscula plaza de este pequeño pueblo.
Entré en el bar como una aparición repentina de tal forma que los lugareños que estaban en la barra rodeando sus vasos se giraron mirando con cara de asombro a una forastera empapada hasta los huesos.
Me senté en una de las mesas tratando de adoptar una actitud desenfadada y despreocupada a pesar de que el hijo del dueño del bar también me estaba dando un buen repaso con sus ojos. Se acerca y me pregunta que como vengo en esas condiciones, que menudo día he elegido para salir a la calle, que debería entrar rápido en casa por temor a que coja una pulmonía...asiento en todo lo que dice y le pido que me traiga un café con... no me deja terminar la frase, él la termina por mí con una mirada complice. -mucha leche y caliente-. Sí, le digo con una sonrisa. Se acuerda de como me gusta el café.
Empiezo a distenderme y a acomodarme cuando me doy cuenta que aún mantengo apretado el libro contra mi pecho y sintiendo como mi corazón seguía golpeando el libro, del mismo modo que cuando escapé del acantilado.

♪ ♫ ♪♪ ♫ ♪

miércoles

The Look Of Love


[Dibujo a rotu y al pastel en Din-A 4]

♪ ♫ ♪ ♪ ♫ ♪

Esta canción es importante y muy especial para mi. La redescubrí en la terraza de un bar. Recuerdo como el camarero tarareaba la música mientras recogía las tazas de las mesas y yo intentaba retener en mi mente las notas que emitía el saxo, ese saxo, tan sensual... porque con esta música conocí un gran amor.

lunes

En el Paraíso


"Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso."
Jorge Luis Borges

Con el comienzo de un nuevo año y con ello mi primera entrada, tengo la impresión de empezar un nuevo cuaderno, como cuando estaba en el colegio: escribiendo con aplicación, señalando los títulos con fervor, evitando tachones... y he querido que "esta primera página del cuaderno" sea uno de mis dibujos, lleno de mucho color y amor.




[Dibujos al pastel]

viernes


De la Rosa




Y del Violín.